Lecciones para una Vida Devocional nutritiva

“Ester es proclamada Reina”

Capitulo: Ester 2: 1-23.

Texto Áureo: Y Ester, según le había mandado Mardoqueo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando él la educaba. Ester 2: 20. 

Este capitulo narra como Ester es proclamada Reina.

El Rey Asuero convoco a todos sus Criados para que le ayudasen y estos al verlo deprimido por lo acontecido con “
La Reina Vasti”.

Y dijeron los criados del rey, sus cortesanos: Busquen para el rey jóvenes vírgenes de buen parecer; y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que lleven a todas las jóvenes vírgenes de buen parecer a Susa, residencia real, a la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres, y que les den sus atavíos; y la doncella que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Esto agradó a los ojos del rey, y lo hizo así. Ester 2: 2-4.

Aquí vemos claramente a un Rey incapaz de tomar sus propias decisiones y de solucionar sus problemas. Por lo que debe acudir a otros buscando concejos para solucionar su situación.

Ester por su parte: era una joven judía, hija adoptada de Mardoqueo.

Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai guarda de las mujeres. Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él, por lo que hizo darle prontamente atavíos y alimentos, y le dio también siete doncellas especiales de la casa del rey; y la llevó con sus doncellas a lo mejor de la casa de las mujeres. Ester 2:8c-9.

Esto nos habla de que Ester no solo era más hermosa que el resto de las vírgenes el pueblo, sino que también debía contar con un altísimo nivel de simpatía y carisma a la hora de tratar a otros. Pues Dice: Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él Ester 2: 9ª.   

Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase. Ester 2:10.  Y Ester, según le había mandado Mardoqueo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando él la educaba. Ester 2:20.

 

Al igual que el Rey Asuero, Ester era una joven muy manejable e incapaz de tomar sus propias decisiones, mientras que Mardoqueo de una u otra forma se aprovechaba de esta situación aunque parecía ser para una buena causa.

“En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero. Cuando Mardoqueo entendió esto, lo denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. Se hizo investigación del asunto, y fue hallado cierto; por tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue escrito el caso en el libro de las crónicas del rey”. Ester 2: 21-23.

Mardoqueo, además aprovechaba quedarse en la puerta del Rey, para saber como iba todo con Ester. Mardoqueo también resulto ser un hombre fiel a sus gobernantes pues al saber del complot de los dos eunucos fue ante Ester para denunciarlos y así preservar la vida del Rey y Mantener a Ester en el Reinado en lugar de Vasti.

En conclusión Asuero y Ester representa a un segmento de la sociedad, el cual no puede tomar sus propias decisiones aun cuando Dios les ha Dado un libre albedrío, por el contrario se limitan a escuchar y acatar lo que otros hombres proponen.

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5.   

 

Es cierto que nadie es sabio en sus propias decisiones, pero escrito esta Si de alguien debe venir nuestra Sabiduría es de Dios, hay 4 principios que nos ayudaran a tomar decisiones acertadas:

Nota: Muchas veces no sabemos si tomamos buenas o malas decisiones, olvidando que no es Dios quien se acopla a nuestras decisiones, sino que por el contrario somos nosotros los que debemos acertar o fallar el blanco que Dios ya decidió para nuestras vidas.  Esta en nosotros si escogemos lo que Dios aparto para nosotros o sencillamente Somos Sabios en nuestras propias decisiones y erramos.

Aplica estos 4 principios antes de cada decisión y veras que Dios siempre te guiara a la meta.

 

 

Con amor,

José Burgos
Siervo de Dios

 

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